Vamos a hablar un poco de historia.. me gusta... si queres armate un post aparte con cada tema, yo lo meto aca.
Pablo Emilio Coni nació él 30 de Noviembre de 1826 en Saint Malo, pequeño pueblo de la Bretaña francesa sobre la costa del Océano Atlántico. Alcanzada la edad en que es menester comenzar a orientarse en la vida y, al no gustarle los estudios, manifestó a sus padres los deseos de dedicarse a las artes gráficas.
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Gustosos aquellos acceden y resuelven enviarlo a París. Llega Pablo Emilio Coni en 1842 a París donde mediante rela¬ciones comerciales de su padre logra ingresar en calidad de aprendiz-impresor en la antigua casa impresora Maulde et Renon. Al volver en 1848 a su pueblo natal no tardó en contagiarse del entusiasmo de buscar metales preciosos en California decidiéndose por buscar suerte allí. Se embarcó en Le Havre en un velero inglés, advirtiendo sus malas condiciones sólo después de varios días de navegación. Después de 45 días de azorosa navegación llegó el barco a Montevideo donde las autoridades marítimas no permitieron la prosecución del viaje por su estado de inseguridad. Desprovisto de recursos, sin amigos a quienes poder acudir y en la imposibilidad de la restitución proporcional del precio del pasaje oblado hasta San Francisco y sólo aprovechado hasta Montevideo, procuró buscar una ocupación. Al tornarse afligente su situación una providencial casualidad lo puso en contacto con don Alejandro Bernheim, de quien el Gobierno de la Provincia de Corrientes había adquirido una imprenta y quien recibió del entonces Gobernador Dr. Juan Gregorio Pujol el encargo de contratar persona idónea para instalar primero y dirigir luego tal imprenta. Ese encuentro satisfizo a ambos. Celebrado el correspondiente contrato Coni se dirigió enseguida a Buenos Aires, de cuyo puerto partían los vapores que efectuaban la carrera del Río Paraná. En la capital, Corrientes, fue recibido por el Gobernador y Capitán General de la Provincia Dr. Juan Gregorio Pujol con verdadera simpatía que no tardó en convertirse en afectuosa amistad. Una vez instalada y puesta en marcha la imprenta a plena satisfacción del Gobernador Pujol y, por ende, rejuvenecida así la antigua IMPRENTA DEL ESTADO, apareció el 3 de Febrero de 1853 —primer aniversario de Caseros— un órgano oficial titulado "La libre navegación de los ríos", cuyo editor responsable fue Pablo Emilio Coni a partir del mes de octubre de 1853 hasta el 30 de abril de 1857, cuando el órgano, que había cambiado anteriormente su nombre por el de "El Comercio", cesó de ser el órgano oficial del Estado. El editor responsable de "El Comercio" don Pablo Emilio Coni se convierte en el editor encargado de la administración del ahora llamado órgano "La Opinión" hasta el 29 de mayo de 1859, fecha del último número, en que Coni publicó un manifiesto despidiéndose del pueblo correntino por haber terminado su contrato con el gobierno de la Provincia. Relativamente poco tiempo después de su llegada a Corrientes, Pablo Emilio Coni se había unido en matrimonio con la señorita Fanny Fonteneau el día 17 de abril de 1854.
finalmente se estableció con su establecimiento tipográfico en la calle Perú entre México y Chile el 8 de noviembre de 1886, constituyéndose el 19 de marzo de 1887 la razón social Pablo E. Coni e Hijos. Poco a poco Pablo Emilio Coni se retiró de los negocios, dedicándose a sus plantas y a la lectura. Empero. por falta de la vista hubo de renunciar al placer de leer. Murió el 17 de abril de 1910 a los 84 años y a los 56 años justos
En el mes de octubre de 1859 Coni emprende con su familia un viaje a Francia, volviendo al siguiente año para instalarse en 1863 en Buenos Aires con un establecimiento tipográfico en la calle Cangallo entre San Martín y Reconquista que poco después traslada a la calle Perú 107. En 1873 Coni mudó su empresa a la calle Potosí 52 (hoy Alsina) y Por falta de profesionales grabadores era difícil encontrar un grabador capaz de preparar la plancha de impresión tipográfica correspondiente, optándose, finalmente, y después de comprobada la imposibilidad de obtenerlo con el conocimiento técnico suficiente para realizar un trabajo perfecto, por aceptar los servicios de un tal Matías Pipet, repartidor de pan, quien había sido aprendiz - grabador en su país de origen Francia.
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